martes, 2 de febrero de 2010

Reporte de visita.


El viernes pasado Sueñodenero, El Perro y una servidora, nos dimos una vuelta a la mesa redonda del Centro Cultural de España (echar ojo aquí abajito) El tema era "Mujer, indígena y pobre: ejemplo de lo que nadie quiere ser". Después de un par de horas de escuchar a las tres mujeres ponentes, Citlali Quecha, Martha Sánchez y Guadalupe Martínez, la impresión que compartíamos las tres era la de querer ser por lo menos un poco como ellas: fuertes, dulces, conscientes de las batallas que han librado y de las que les quedan por librar. El tema alrededor del cual giraban sus reflexiones era el de la violencia vivida en sus comunidades y familias; esa violencia que experimentan sólo por haber nacido mujeres; esa violencia que ejercemos sobre ellas por ser indígenas, por verse como se ven, por hablar como hablan. Y sin embargo. Historias que podrían ejemplificar vidas trágicas y terribles se ofrecen junto con la reflexión de que no vale la pena clavarse en ellas, porque a fin de cuentas, "he reído y he llorado. Pero he reído más de lo que he llorado" (En palabras de Citlali Q.)

Dos ideas que resuenan en particular: Defender "el derecho a la memoria". El derecho a conocer y compartir nuestro pasado, las características culturales que nos definen y que aún hoy, si no pertenecen al mundo de las pieles y cabellos claros, no nos parecen lo suficientemente importantes. Pero si queremos que se vayan dando cambios en nuestra vida cotidiana tenemos que empezar reconociendo la necesidad de recuperar y nutrir todas las memorias que nos conforman como sociedad.

La otra, "la descolonización del pensamiento"; yo la entiendo como la necesidad de desprendernos de todos estos comportamientos aprendidos que nos hacen daño porque no tienen que ver con quiénes somos y que sin embargo nos rigen en nuestras decisiones y actitudes diarias. Una de estas colonizaciones mentales, muy mentada en este espacio rosa, es la que vivimos al respecto de las apariencias. Nuestras herramientas para calificar al otro provienen de modelos que no tienen nada que ver con las mayorías que viven en este país. Y también es necesario que comencemos por cambiar nuestros ojos y nuestra mente. Que aprendamos que los cuerpos de los demás no nos pertenecen, que la belleza no es una sola, que nuestras palabras están cargadas de sentidos históricos y que tenemos que aprender a reconocerlos.

Es emocionante estar frente a mujeres que han hecho una carrera de defender su derecho a ser reconocidas y respetadas. Saber de sus problemas para tener pareja (por argüenderas), de las renuncias que han hecho, de todo lo que han ganado en experiencias de vida. Emocionante, e inspirador.

1 comentario:

  1. Martha Sánchez for presidenta. Y tú para Reina de Nosotras, las de la rosez inspirada en seguir adelante.

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Argüende